Es inútil pretender integrar la muerte a la vida y conducirse de modo racional frente a algo que no lo es: que cada uno se las arregle a su manera en la confusión de sus sentimientos.....
Comprendo todas las últimas voluntades, como también que no exista ninguna; que se estreche contra sí unos huesos o que se abandone en una fosa común el cuerpo del ser querido......
..Pero no puedo medir la sacudida que habría experimentado, puesto que mi dolor estalló de un modo que no había previsto. De ese aplazamiento obtuvimos un beneficio indudable: nos ha salvado -o casi- del remordimiento.....
Cuando desaparece un ser querido, pagamos el pecado de existir con mil añoranzas desgarradoras. Su muerte nos devela su singularidad única; se torna vasto como el mundo que su ausencia hace desaparecer para él, y que su presencia hacía existir en su totalidad; nos parece que hubiera debido ocupar un lugar más importante en nuestra vida: en última instancia ocuparla totalmente.....
Nos desprendemos de ese vértigo: no era más que un individuo entre tantos. Pero como nunca se hace todo lo que se puede hacer, por nadie -aun dentro de los límites, contestables, que nos hemos fijado-, nos quedan todavía muchos reproches por hacernos.....
Si a los veinte años yo hubiera encontrado algún hombre mayor y de prestigio que me hubiera hablado de Nietzsche, de Gide y de libertad, habría roto con el hogar paterno. Esta copia se completaba con un artículo recortado de un diario: Jean Paul Sartre ha salvado un alma....